El hidrógeno tiene dos potenciales, por un lado, puede ser usado para producir electricidad y por el otro, como combustible. Luego de años de centrarse en el primer aspecto, las automotrices ahora están mirando con más interés la segunda aplicación como forma de prolongar la vida de los motores de combustión, cumpliendo con las más estrictas normas anticontaminación.

Así como en Argentina estamos acostumbrados al GNC, la idea es utilizar hidrógeno que puede “quemarse” en los cilindros con un grado de emisiones casi nulo. Si bien tiene más energía por peso que la nafta, el problema es que, al ser un gas, tiene menor eficiencia volumétrica. Mientras los desarrollos actuales están pensados para motores de utilitarios y vehículos “normales”, Porsche está investigando como hacer que funcione en deportivos de altas prestaciones.

El trabajo de la marca alemana se centra, por el momento, en el desarrollo virtual con un V8 de 4.4 litros. La clave está en la sobrealimentación, pero tratándose de un gas se necesita mucho mayor caudal de aire y por eso Porsche se puso creativo con distintas soluciones que incluyen tecnología como la usada en la F1. En las simulaciones se probaron los e-turbos (con asistencia eléctrica) e-compresores (sin aprovechar gases de escape) y distintas combinaciones entre ellos.

Según las distintas proyecciones, el sistema que mejor funcionó usa dos e-turbos, uno por bancada, pero con una peculiaridad, cada uno tiene compresor dual. El funcionamiento requiere de varios pasos: del lado de la turbina es simple, aprovecha los gases de escape, así como el motor eléctrico para un pleno funcionamiento desde bajas revoluciones evitando la demora o lag del turbo.

El segundo paso del sistema es más complejo y en dos etapas. La admisión usa uno de los compresores que manda el aire presurizado al intercooler, pero en lugar de seguir su rumbo hacia el motor, regresa para pasar por el segundo compresor.

El resultado final es una potencia específica de 134 cv por litro, lo que en el hipotético V8 de Porsche daría 590 caballos pero cumpliendo las próximas normas Euro 7 que entrarán en vigencia en 2027. Así, Porsche podría encontrar una vía de escape al motor de combustión que, según directivos de Stellantis estaría condenado mucho antes del 2035, fecha en que la Unión Europea busca las emisiones cero (ver nota).

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